La amistad es bella, tiene muchos valores y puede enriquecer tanto a las personas, que con frecuencia los padres quieren convertirla también en una forma de relación con sus hijos.
La relación entre padres e hijos debería integrar algunos rasgos de la amistad, pero no todos. Los verdaderos amigos de sus hijos son los que tienen su misma edad, sus problemas, ilusiones e inquietudes. Con esto no pretendemos decir que los padres no pueden ser amigos de sus hijos; todo lo contrario, si pueden, pero antes de intentarlo primero debe ser un buen padre.
La forma que mejor funciona si se quieren llegar a ser “medio amigo”de sus hijos es compartiendo sus mismas aficiones para llegar a lo más cercano de su intimidad y conocerlo profundamente. Sin embargo, al tratar de convertirse en amigo de su hijo, no debe pretender ocupar el puesto de sus amigos, más bien gánense su amistad con valores que son propios de la amistad, tales como:confianza, lealtad, cariño y generosidad, entre otros.
A continuación les daré algunos consejos que según los expertos se deben tener en cuenta para ser un buen padre y amigo de sus hijos.
Hable con sus hijos. Busque el tiempo para compartir con ellos pensamientos y sentimientos y escucharse uno al otro. Demuéstrales confianza, no existe nadie mejor que su hijo tenga confianza en su papá. Es recomendable conversar al menos una vez al día para conocer sus inquietudes.
Planifique viajes con ellos. Para ser un buen padre y fomentarlas relaciones de amistad con sus hijos, al menos una vez al año deben tomarse el tiempo para ir de viaje con ellos, como ir a la playa, a la pesca o incluso a un viaje de campamento que tus hijos nunca olvidarán.
Discipline de la manera más apropiada. A la hora de disciplinar a sus hijos háganlo con justicia, no le griten, no sean violentos, siempre sea consistente y demuéstrenles lo que han hecho incorrecto y las consecuencias que pueden tener sus acciones.
Sea un modelo a seguir. Busque siempre de ser un ejemplo a seguir por parte de sus hijos, ellos siempre necesitarán a sus padres y cuando hayan dejado esta existencia, seguirá vivo lo que le enseñaron en sus recuerdos y vivencia.Son múltiples las tareas que se deben hacer para que los hijos sean amigos de sus padres; pero ante todo, deben ser buenos padres.
